Los riesgos del ‘sharenting’ en la vida de los menores

El periodo estival es una época de un mayor uso de las redes sociales. Existe una tendencia a querer compartir tanto las experiencias propias como las de la unidad familiar, pese a los riesgos que puede conllevar. Te explicamos cuáles son y cómo intentar evitarlos.

Blog Los riesgos del ‘sharenting’ en la vida de los menores - Max Goncharov

©Max Goncharov, Unsplash.

El término ‘sharenting’ es la unión de los conceptos compartir y paternidad (del inglés ‘share’ y ‘parenting’) y se refiere a compartir imágenes online de hijos e hijas menores de edad por parte de sus padres y madres en redes sociales. Se trata de una práctica que se ha extendido en los últimos años, y que supone riesgos que se deben tener en cuenta antes de llevarla a cabo.

Con la llegada del verano y las vacaciones, compartir las experiencias a través de redes sociales se vuelve una práctica habitual, pero es importante pensar en que la información que publiques te puede comprometer. Por ejemplo, dar información sobre tu localización puede suponer una pista para indicar que tu casa está vacía.

También se debe tener en cuenta que nuestras publicaciones pueden ser vistas por más gente de la que pensamos en principio, y no sólo por nuestros seguidores. Para tratar de evitarlo, una buena práctica es revisar la configuración de privacidad de tus redes sociales siguiendo los tutoriales que hemos preparado en nuestro canal de YouTube. De esta manera, podrás modificar ajustes como quién tiene acceso a tus publicaciones o si se puede conocer tu geolocalización.

Los riesgos de publicar en redes sociales se ven acrecentados cuando hablamos del ‘sharenting’, puesto que el contenido en el que aparecen menores es más delicado. Por este motivo, y pese a que no es recomendable publicar en redes contenido en el que aparecen menores, en caso de hacerlo hay que aumentar las precauciones y ser más responsable. Pantallas Amigas enumera algunos de los peligros de publicar este tipo de contenidos:

  • Uso fraudulento de las imágenes: Los contenidos pueden descargarse sin autorización y ser manipulados para volver a subirse a Internet. Además, pueden ser usados para campañas publicitarias sin nuestra autorización.
  • Geolocalización: Los datos de localización permiten que se sepa dónde están nuestros hijos e hijas en todo momento.
  • Falta de privacidad: Cuando subimos las fotos de los menores, lo estamos haciendo sin que puedan decidir si quieren tener presencia o no en Internet.
  • Ciberbullying: Los contenidos pueden llegar a favorecer el ciberacoso, ya que pueden afectar a su reputación social.
  • Grooming: Puede llegar a generarse acoso por parte de otro adulto a través de las redes sociales.
  • Pedofilia: El contenido puede ser usado con propósitos sexuales. Los pedófilos podrían llegar a guardar o compartir dichas imágenes para una connotación sexual.

Si, pese a estos riesgos, has decidido que vas a publicar en redes sociales fotografías o vídeos de tus hijos e hijas, sigue estos 10 consejos para realizar un ‘sharenting’ responsable:

  1. Tienes la obligación de cuidar su imagen e intimidad, no el derecho de hacer uso arbitrario de ellas. Las personas menores de edad tienen derechos que deben ser protegidos de forma especial.
  2. Tu hijo o hija no gana nada con la publicación de las imágenes. Aunque puede que tampoco le afecte negativamente, el saldo rara vez será positivo.
  3. Puede haber distintos criterios sobre qué y cómo se comparten las imágenes de los menores por parte de sus progenitores. Cuando los progenitores no forman pareja, el sharenting puede ser motivo de conflicto.
  4. Es posible que no seas consciente de cómo se están difundiendo esas imágenes. No siempre es fácil entender y gestionar la lógica y los cambios de gestión de privacidad de las redes sociales.
  5. Existen otras formas más seguras para compartir imágenes. Es necesario limitar con quién compartir la información y elegir la plataforma adecuada.
  6. Habitualmente se comparte más información que la que se aprecia a simple vista. Una imagen inocente puede contener detalles de contexto importantes e incluso geolocalización.
  7. Al compartir las imágenes con otras personas, estas pueden asumir que eso significa que las pueden publicar y que las imágenes no son tan privadas. Sin mala intención, de forma directa o indirecta, pueden expandir el alcance.
  8. Lo que publicas escapa de tu control para siempre. Cuando algo aparece en una pantalla, es susceptible de ser capturado y reutilizado.
  9.  Compartir imágenes de otras personas sin su consentimiento puede ser una infracción de la normativa de protección de datos. No es un buen ejemplo para nadie, menos aún para los menores de edad.
  10. En ocasiones extremas puede comprometerse la seguridad de miembros de la familia. 
     

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